"Si me quieres, déjame ir... O no"

Imagen tomada por "Manuel Cruz".

"Si me quieres, déjame ir" esa excusa banal retroalimentada por cobardes que no tienen el valor suficiente para quedarse cuando algo va mal.

Yo en pleno uso de mis locuras y mis indecisiones (porque mis facultades las perdí el día que me enamoré de ti), te imploro que si me quieres, por favor, no me dejes ir nunca. No me dejes ir cuando esté enfadada. No me dejes ir cuando esté triste. No me dejes ir cuando sienta que quiero estar sola en este mundo. Pero, y este sin duda alguna es el más importante, no me dejes ir cuando te diga que me dejes ir, porque en ese momento sé que no soy mínimamente consciente de esa decisión, las palabras saldrán solas de mi boca, sin darme tiempo a procesarlas primero y puede que ya no tenga fuerzas para recular. Así que, si me quieres hazme querer quedarme, hazme enamorarme de ti todos los días de mi vida, hazme desear que no haya razón en el mundo para irme y que si la hubiera tú me darías mil y un motivos más para quedarme. Porque en eso consiste una relación en no dejarse ir, en permanecer juntos, en ir en una única dirección, sin desvíos, ni resaltos.

Por lo que amor, nunca, absolutamente nunca, bajo ninguna circunstancia, me dejes ir y si en algún momento mi tozuda mente quiere seguir el camino de la soledad, guíame de nuevo hacia el tuyo y formemos juntos una nueva ruta.