"Enamórame, quererme puede cualquiera"



Un día sin saber por qué me di cuenta de lo banal que es querer. Uno se da cuenta de esas cosas a medida que las vive en sus propias carnes. Puedes querer hoy y dejar de querer mañana. Porque la sensación de querer es como un antojo de un niño pequeño, hoy quiero este juguete pero cuando lo tengo necesito tener aquel otro, porque puede ser el juguete de mi vida. Enamorarse, sin embargo, es completamente distinto.






Enamorarse es fácil, es un momento de euforia desmesurada. Enamorarse es como inyectarte una bala acelerada por tus venas. La bala va recorriendo cada parte de tu cuerpo aumentando tu riego sanguíneo, el ritmo de tu vida tal y como la conocías, tus tremendas ganas de vivir y de comerte el mundo...
Y tras esa bala nada vuelve a ser lo mismo.






Te enamoras de tus zapatos favoritos, de esa lasaña casera hecha por tu abuela, de esos sitios que nunca se irán de tu mente, te enamoras cuando te hacen reír sin saber por qué, te enamoras cuando tus ojos se pierden en la compostura de su cuerpo... Pero yo, yo me enamoro sincera, profunda y atolondradamente cuando me pasas el dedo por la boca y me limpias ese rastro de helado que sin saberlo recorre mis labios. En ese momento de máximo rubor y timidez que me miras con ternura y me das un beso con sabor a vainilla, me enamoras más que mi par de zapatos favoritos.

Comentarios

Entradas populares

Translate